Viejas pisadas
Ayer visité, y había algo de compromiso en la acción, un bar irlandés. El lugar no me era para nada desconocido, mi antigua vida escribió cosas en ese lugar, pero la visita de anoche fue diferente... todo era diferente, desde mi bebida (un té), hasta la compañía.
Ya no estoy para recorrer mis viejos pasos, mi esposa me hablaba con ese lenguaje no verbal que hasta mi asperger comprende, estábamos en el lugar equivocado.
Preferimos mimar al gato, nos estaba esperando en la puerta cuando llegamos, lloraba por agua y parecía repetir las escenas de mi mamá en mis tiempos de universitario reclamándome por la hora de llegada.
sábado, marzo 01, 2014
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Yo
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